lunes, 25 de abril de 2016

PALACIO NACIONAL DE MÉXICO

Benito Juárez 
Como ya es mi costumbre, los días domingos, son de museos; esta vez casi accidentalmente descubrimos el hermoso Palacio Nacional, el recinto histórico político de la nación más importante del país. 

Palacio Nacional se encuentra en el corazón de la Ciudad de México y alberga oficinas de presidencia, salas de exposiciones, jardines y hasta capilla. Fue construida a partir de 1523 por mandato de Hernán Cortés sobre las ruinas del palacio Moctezuma.

Si desean visitarlo les recomiendo ir con calzado cómodo ya que es algo extenso, el acceso es por la calle de Moneda y es indispensable una identificación oficial, si llevas gorra, lentes oscuros e incluso goma de mascar, los guardias te pedirán quitártelos y lo mejor es que puedes tomar fotografías y video (sin flash) por todo el lugar. La entrada es libre.

Ya una vez dentro del lugar la primera sala de exhibición es el Recinto a Juárez donde encontraras desde redacciones realizadas por el mismo Benemérito de las Américas hasta atuendos y materiales de su oficina.

Recamara de Benito Juárez
La recreación de habitaciones con muebles de la época esta impresionante, nos da una idea de la vida presidencial cuando Palacio Nacional era la residencia oficial del primer mandatario de la nación. En la recamara de la imagen se aprecia un costurero de madera tallada que fue obsequiado a doña Margarita Maza de Juárez  en 1987, una acuarela de ella, bata de casa que fue de don Benito Juárez, un candil de cristal con seis lámparas de petróleo y la cama de latón donde dormía este matrimonio.  


En un gran salón se encuentra los escudos de los estados concluyendo en un cuadro de don Benito Juárez  en una pose muy presidencial.

Por dentro y por fuera el sitio sorprende, en uno de los patios hay un jardín con vegetación propia de lugares de desierto, con cactus, nopales y maguey compartiendo espacio con una hermosa capilla. Es inevitable no tomarse fotografías aquí.




Confieso que me emocioné al llegar al patio principal donde una fuente en el centro se lucia bañando un Pegaso en la punta, ver que en las escaleras principales destacaban los colores de un gran mural de Diego Rivera con toda la historia de nuestro país, sumando a la vista la bandera mexicana ondeando con la fuerza del viento y el sol regándose por todo el atrio, era cosa de sentirse más mexicano que nunca, claro de una forma muy institucional sin playera de la selección o sombreros tipo Speedy Gonzáles, digamos más políticamente.

Patio principal
Y bueno, la mayor sorpresa para mi apreciación y mis ojos, es el gran mural de Diego Rivera en las escalinatas, donde plasma la historia de nuestro país desde la época prehispánica mezclando a todos los personajes en una rara secuencia gradual hasta aquella actualidad en la que el muralista vivía. Una pared llena de personajes emblemáticos de nuestro México, cuenta de izquierda a derecha la conquista, la introducción de la iglesia católica, el gobierno de Porfirio Díaz, las reforma agraria, huelgas y un sin numero de acontecimientos que le dieron forma al México que hoy conocemos y tenemos.


Claro, no podía faltar en una expresión artística de tal nivel, Frida Kahlo quien está inmortalizada en este bello mural.

Mural Diego Rivera
Cuando llegué a Palacio Nacional solo tenia la idea de que iba a ver una exposición de mascaras, la cual ya no estaba, pero no esperaba encontrarme con tan grata sorpresa que el lugar me tenia, este sitio es sin duda cuna para el mexicano, pues contiene historia y esencia de nuestro país como institución, como una nación que a lo largo de su historia se ha construido fuerte y grandiosa.

Altamente recomendable, ve de paseo a Palacio Nacional, lleva a tu familia o con amigos, los vas disfrutar.

¿QUIERES VER EL VÍDEO DE ESTE PASEO? DA CLICK AQUÍ


Acceso a patio principal


Escudo de Veracruz




sábado, 2 de abril de 2016

Tonalá un rincón de paraíso.



Me emociona escribirles sobre este lugar maravilloso, pequeño, austero, sencillo, pero grande a la vez. Tonalá es un pueblo perteneciente al municipio de Agua Dulce en el estado de Veracrúz en su mayoría habitado por pescadores ya que se encuentra a orillas de la desembocadura del río con el mismo nombre a mar abierto en el golfo de México, río el cual divide los estados de Tabasco y Veracrúz.

En nuestro paseo de semana santa elegimos este lugar por tranquilo y bello, sin embargo cuenta con restaurantes casi todo el año y en temporada alta hay paseos en lancha y alguna que otra actividad acuática.

Disfrutar una cerveza prácticamente helada y un  pescado realmente fresco este es el lugar perfecto.



Parra llegar a Tonalá no es complicado, primero hay que ir a Agua Dulce donde en el centro hay un sitio de taxis que te llevan hasta el pueblo en un recorrido de 15 minutos en carretera o bien tomar un autobús Sotavento que viene desde Coatzacoalcos e incluso cualquier taxi en Agua Dulce te puede dar el servicio particular por un costo aproximado a los 80 pesos.

Si eres de disfrutar los paisajes este lugar es idóneo ya que puedes caminar río abajo y observar el encuentro del mar con el río por un estrecho espacio o bien puedes cruzar en lancha al municipio de Cuauhtemotzin, Tabasco donde hay un cerro que al subir te regala una vista impresionante del río y el mar.


Tonalá inspira y mueve a uno por dentro con su sencilla belleza y ha inspirado a algunos amantes de su tierra hacerlo mas sobre saliente, pero ahí está, como oculto en un secreto que lo mantiene quieto fuera del alcanza de las carpas, los negocios de colores llamativos, de las masas destructivas, guardando su esencia y me hace recordar lo hermoso de la vida lejana del caos rutinario.








Un viernes santo en Coatzacoalcos.


Después de desearlo tanto, por fin llegó semana santa. Los días más esperados por muchos de nosotros a los que nos encanta disfrutar del calor, el mar, los ríos y todo lo que no tenga que ver con la frialdad de las grandes ciudades en el centro del país.

Este año decidí ir a Coatzacoalcos, por las obvias razones de que es mi tierra, así disfruto de la playa y de mi gente a la que veo muy poco.

Llegando en viernes santo a Coatza, el primer cambio que siente uno al bajar del avión es el clima, que aunque estaba nublado la humedad se hace presente instantáneamente en el rostro.

Coatzacoalcos es un hermoso municipio al sur del estado de Veracruz, puerto internacional de grandes avenidas incrustado en una esquina entre el mar y el río del mismo nombre. No tiene un desarrollo turístico de gran nivel, sin embargo sus altas temperaturas en primavera y verano lo hacen imán de habitantes de ciudades aledañas para disfrutar su playa  y malecón donde se acostumbra disfrutar en familia o amigos. En tiempos de carnaval la cosa se pone más enjundiosa pues los mas de 5km de malecón con gradas se envuelven de música, comparsas, carros alegóricos, bazucada y fiesta.

En este paseo visitamos el Faro ubicado en la congregación de Villa de Allende al otro lado del río Coatzacoalcos donde se percibe más la comunidad de pescadores de la zona, para llegar a este sitio hay que tomar un transbordador ($1.00 si pasas sin auto) o bien una lancha que te cobra cinco pesos. El faro tiene un pequeño museo que moría por conocer, sin embargo quedé un poco decepcionado al encontrarme con unas instalaciones algo abandonadas y sin inversión, la entrada es gratuita y se hace un recorrido corto donde ves cocodrilos, tigres, mapaches, aviario et. Creo que al final lo mejor fue la vista que nos regalo el lugar.


Coatzacoalcos  tiene dos malecones, el ribereño por donde mientras caminas si tienessuerte veras la entrada y salida de los barcos a puerto o complejos, y el malecón costero en el cual a lo largo tiene sitios de interés como “La Pirámide” una replica de pirámide con una serpiente sobre ella que simboliza la leyenda que le da nombre a la ciudad “cuando Quetzalcoatl se fue en una balsa por el río prometiendo volver”.




Las escolleras los fines de semana es el lugar favorito de las familias para pasar la tarde y aunque nos toco día nublado no fue distinto, mucha gente, vendedores de coco, glorias, chamayodas y demás estaban ahí.




Nuestro recorrido por Coatza fue de un solo día y corto por que nuestro paseo no terminaba ahí, sin embargo disfrutamos lo básico y la pasamos muy bien comiendo delicioso y caminando por su extensa playa.