Les tengo que platicar de este maravilloso lugar ubicado en las costas
del hermoso estado de Oaxaca al sur de México, Zipolite, un pequeño pueblo ubicado a unas dos horas de
Huatulco.
La bahía del mismo nombre alberga algunos pequeños hoteles y restaurantes
rústicos que son tan suficientes para hacer placentera la estancia en esas
playas de aguas color turquesa y una marea fuerte que permite a los surfistas
practicar su actividad, así como los bellos paisajes formados por rocas.
Este lugar es muy conocido por los europeos y otros extranjeros que
viajan miles de kilómetros para pasar semanas y hasta meses en este lugar que
es considerado mágico, pues algunos aseguran haber recibido paz y armonía en su
interior al estar en contacto con la belleza de Zipolite, confieso que yo soy
una de esas personas que una vez llego al lugar y de inmediato fue imposible
evitar la meditación frente a las olas, sumergir el estrés en sus bellas aguas
y terminar recostado en su arena mientras la luna aparece y comienza el cielo a
brillar en la oscuridad acomodando las emociones que muchas veces la ciudad y
lo cotidiano de nuestras vidas nos revuelve.
No hay mucho que hacer solo estar dispuesto a dejarse llevar por la
tranquilidad que impera en la playa, que es mucho mayor en temporada baja, ya
que aquí en semana santa hay mas gente, sin embargo no pierde su encanto por
que a diferencia de otras playas de México, Zipolite no esta invadido de
comercio, no hay franquicias, no hay marcas, no ves anuncios, esta libre de
todo contaminación visual, es muy limpio y natural, es el lugar perfecto para
aquellos que no nos gusta lo comercial y la aglomeración de gente.
A pesar de que es muy famosa mundialmente por ser una playa nudista,
esta practica no es necesariamente exclusiva, es familiar y el ambiente es de
completo respeto, si pierdes el pudor y te permites disfrutar de meterte al mar
sin ropa lo vas a disfrutar sin sentirte incomodo por que al final por mucha
penas que sientas, esto es tan simple en Zipolite como comer tlayudas en Oaxaca.
Aquí todo es armonía, puede hacer amigos, visitar la playa del amor
formada por una muy pequeña bahía entre rocas y hasta ahí hay una palapa donde
puedes incluso beber unas cervezas. También cuenta con seguridad pues hay salva
vidas pendientes de que los bañistas no excedan la distancia o se acerquen
mucho a las zonas rocosas, así que por eso no te preocupes.
Por comida tampoco deberás preocuparte ya que hay varios sitios para
escoger y donde la variedad de gastronomía oaxaqueña se luce con principalmente
con Tlayudas, antojitos, mariscos, mezcal hasta pizzas y hamburguesas a precios muy económicos.
Si te gusta acampar también puedes hacerlo en los sitios que rentan para
ello, puedes pasarla con los amigos hasta muy tarde por la noche a la orilla
del mar con fogata y música a la luz de la luna.
Desde la primera vez que fui hasta esta, que es la cuarta ocasión, la
experiencia no deja de ser grandiosa, creo que en pocos lugares he encontrado
ese sitio donde he podido contemplar la grandeza del mundo y a la vez la
belleza de ser humano, aquí se encuentra uno mismo, aquí se divierte, se es
libre, aquí es Zipolite.
Les platico como se puede llegar.
Si vienes de la ciudad de México puedes viajar directamente a Huatulco
vía aérea (una hora) y del aeropuerto puedes tomar transporte a Pochutla
(municipio al que pertenece Zipolite) ahí tomas unas camionetas que van a
Zipolite, Mazunte, San Agustinillo y otras playas, tomas esas y te dejan justo
ahí.
Si llegas por Puerto Escondido que esta a dos horas, también busca
llegar a Pochutla.
Destaco que yo llegue en autobús desde Coatzacoalcos directamente a
Pochutla viaje que duró 12 horas atravesando todo el Istmo.
Les dejo algunos costos:
AU Coatza – Pochutla $452
Camioneta Pochutla – Zipolite $15
Hostal Shamabala noche (cama) $150
Posada Brisa del Mar (cuarto) $250
Tour en lancha por bahía $250
Vuelo Huatulco – CDMX Vivaerobus $800
La comida es bastante accesible y deliciosa. |
Playas hermosas. |