VOY DE PASEO: OAXACA, HIERVE EL AGUA Y MITLA

Cuando tienes esa necesidad de vivir una aventura llena de emociones fuertes pero también momentos de paz y armonía interior, no me cabe duda alguna de que Oaxaca es el sitio perfecto para llevar acabo la saciedad de esos sentimientos.

Con la idea de reflexionar en lo más alto de una montaña, pero también agitar el corazón subiendo rocas y caminando por voladeros, me fui dos días a este maravilloso estado característico por tantas cosas que no terminaría de describirlas, sin embargo tratare de contarles al menos las que viví.

La verdad, viajar a Oaxaca desde la Ciudad de México es muy fácil y económico si lo haces en autobús, conseguí mi viaje redondo por menos de 500 pesos, en una línea de una pequeña agencia ubicada por el monumento a la Revolución en CDMX, así que fue el primer motivo para escapar de la gran contingencia permanente de esta urbe.

Llegando en la mañana a la ciudad lo primero que busqué fue el Templo de Santo Domingo, donde se oficiaba misa de siete, quedé maravillado por este enorme edificio de estilo barroco novo hispano que inicio su construcción en 1551, en su interior maravilla los murales y pinturas en el techo donde el color oro resalta la belleza.

Templo Santo Domingo

Es importante saber que como casi en cualquier iglesia de mucha atracción turística, se permite entrar a conocer e incluso tomar fotografías y grabar vídeo, pero hay que seguir ciertas reglas como guardar silencio, no caminar por los pasillos, respetar las horas de misa, no llevar equipo de cámaras aparatosos, no flash. Recuerda que estos son sitios de culto y merecen respeto.

Templo de Santo Domingo

Ya no aguantaba más, les confieso que el fin más grande de este viaje era ir a Hierve El Agua y sus cascadas petrificadas, así que de inmediato camine algunas calles para encontrar como llegar al lugar.

Desde Oaxaca tomé un taxi colectivo a Mitla para después ahí, tomar una camioneta pequeña colectiva que te lleva hasta Hierve el Agua, aquí comienza la aventura; el chófer

te dice que pasaremos por un tramo de calle pavimentada pero después será solo terrecería así que hay que sostenerse bien.

De inmediato comenzamos a subir, subir y subir montaña a través de un camino pequeño y que a los cuatro norteamericanos y yo que veníamos atrás, nos hacia saltar haciéndonos reír o de plano poner cara de susto, pero valía la pena, entre más subíamos el paisaje era más bello, era como acercarse a las nubes, ver los pueblos muy abajo y los picos de los cerros a nuestro alcance.

Camino a Hierve el Agua

Dos horas después por fin llegamos a la entrada de Hierve el Agua, pagamos nuestros accesos y caminamos montaña abajo para encontrarnos con el área de albercas (naturales), impresionante, formadas por el manantial pequeño que con poca pero constante agua durante siglos han formado estas piscinas en las que la gente se puede meter a bañar, ya que la temperatura del agua es muy agradable. Les recomiendo ir temprano para disfrutar el paisaje con la menos gente posible, ya que después del medio día comienzan a llegar muchas personas y camiones de tours llenos de gente escandalosa. (jaja)

Pero sigamos disfrutando, sobre todo cuando descubrimos un sendero con un letrero de “Cascadas Petrificadas” era el momento de seguirlo y llegar hasta ese lugar, les digo que estos caminos entre el monte de subidas y bajadas, escaleras de rocas disparejas, es muy pesado, así que es indispensable tener buena condición física, tenis, ropa muy cómoda y por supuesto, no olvidar la cámara para captar las sorpresas increíbles que te da la naturaleza.

Esta maravillosa vista, se la debemos a que el agua con alto contenido de minerales durante de miles de años ha construido estas formaciones de carbonato de calcio, con hasta 50 metros de altura desde su base en el valle. Arriba disfrutas de un paisaje que jamás olvidarás y es cuando uno puede regalarse ese momento para si mismo, para el alma misma, así que sentado con las montañas de frente y la caída de agua a mis pies me regale ese instante.

Seguí bajando hasta llegar a la caída de la cascada, lugar casi inaccesible, pero el terco quería llegar hasta abajo y como pude lo logré. El problema fue regresar, subir nuevamente me costo una sobre exposición de mis pulmones. (jaja)

Cascada Petrificada desde abajo.

Cascada desde un costado

Hierve el Agua cuenta con los servicios básicos turísticos, hay negocio donde podrás comer, negocios de dulces, refrescos, etc. baños públicos y el paradero del transporte publico donde hay que esperar a que se llene la camioneta para salir de regreso, nuevamente me topé con los americanos con quienes llegué.

Majestuosa cascada

Llegamos a Mitla donde decidimos pasar a la zona arqueológica y como preguntando se llega a Roma, así logramos encontrarla, la verdad esta muy cerca de donde te dejan las camionetas colectivas.

Para accesar a la zona arqueológica hay que pagar $65.00 (también aceptan tarjetas de crédito).

Mitla es de origen náhuatl y deriva del Mictlán “Lugar de los Muertos” Habitado desde la época de la prehistoria hasta nuestros días este lugar ha sido testigo del desarrollo cultural de Oaxaca. Son impresionantes las grecas en sus edificios, la perfección de diseño, sus patios y salas. Como en grupo todos somos más valientes, nos metimos a las tumbas en el subterráneo que llegan desde el patio hasta el centro del edificio, muy estrechas donde hay que ir agachado para poder avanzar.

Ciudad Arqueológica de Mitla

Cuando una ciudad es totalmente desconocida siempre camino alrededor de su plaza y las calles que la rodean para conocer y descubrir, así fue como me encontré con el mercado Benito Juárez el cual está en remodelación y todos sus negocios están instalados sobre las calles, después encontré una joya, el mercado 20 de Noviembre, donde comí una deliciosa Tlayuda Mixta, una enorme tortilla tostada que rebasaba el tamaño del plato, untada en frijol y vegetales con carne de tasajo, cecina y chorizo muy sabrosos.

De ese mercado cualquiera sale gordo, pues hay una gran variedad de puestos de comida tradicional, desde el mole negro, rojo etc, hasta el clásico tamal, pan de yema, carnes, chorizo y por supuesto que también encontraras los Chapulines, esos insectos que jamás había probado, los hay al mojo de ajo, con chile o naturales, se acostumbra a comerlos con tortilla y sal, bueno yo solo probé uno y compre una bolsa para llevar a mis amigos.

Tradicional Tlayuda

En este mercado está el Pasillo de las Carnes, donde tanto sabor delicioso en tu nariz te hipnotiza y sientes las ganas de comer inmediatamente (aunque ya haya comido una tlayuda) ahí puedes comprar la cantidad de carne que deseas, te la preparan y pides los complementos con que quieras acompañarlas, cada cosa te la cobran por separado, es como armar un combo.

Por ultimo en está ciudad de calles empedradas y edificios pintorescos decidí ir al museo del Ex Convento de Santo Domingo que por el día la entrada es gratis y así conocer desde dentro este maravilloso lugar que desde que llegue ala ciudad me fascino.

Este enorme lugar comenzó su construcción en el siglo XVI, fue el centro de evangelización de la orden de los dominicos y fue ocupada por ele ejercito en 1866 hasta que en 1993 fue entregado en su totalidad para fines culturales y ahora es un museo que alberga en sus habitaciones elementos de la historia de Oaxaca, política, religiosa y arqueológicas. Es enorme cuenta con 14 salas que abarcan 10 mil años de historia.

Ex convento de Santo Domingo

Otra sorpresa que te da este lugar es el Jardín Histórico Etnobotanico, con gran abundancia de la flora del estado.

Ir a Oaxaca es caminar entre paredes de colores, música, historia, cactus, maguey, iglesias, sabores, paisajes verdes, cultura, comidas, textiles, mezcal, queso. Muchas cosas maravillosas que no terminaría de escribir. Sin embargo les recomiendo mucho visitar este lugar por que a pesar de que me faltaron varios sitios por conocer, lo poco o mucho que viví ahí, me motiva para regresar algún día y continuar viviendo las emociones que provoca.

Algunos costos junio 2016: